Sorpresas
En el año de 2002 inicié una serie de pinturas , sobre papel y tela , la técnica consistía en dejar que la verticalidad del soporte provocara que los colores y el agua se dejaran llevar por la misma. Después , avanzada la serie, leí el poema "El Ingenuo" de Jorge Luis Borges y supe que lo que estaba pasando eran," Sorpresas Sencillas" . Hoy mi nuevo espacio de palabras e imágenes se llama sorpresas , porque eso quiero maquinar por aqui .
sábado, 17 de febrero de 2024
De la Caída Flor
Sobre la exposición De la caída flor
Fernanda Galindo
Entrevista
¿En qué sentido consideras que el arte es una obra acabada y en qué medida es algo abierto, que continúa?
Creo que una cosa es pensar y crear la obra y otra muy distinta es la vida que esta desarrolla y provoca. Las obras no están acabadas nunca; el público las va completando y enriqueciendo en la medida que las contempla, interpreta y elabora de ellas diferentes lecturas.
¿Por qué incorporar el azar en el
proceso de creación de algunas de tus piezas? ¿Qué encuentras en él?
Más
que dominar el material para lograr determinado efecto visual o representar
algún objeto en especial, me interesa dejar que el material se manifieste. Lo
hice en varias series en las que exploraba la materialidad del acrílico. Cuando
te propones observar el comportamiento de los materiales tienes que estar
atenta a situaciones que no controlas y es allí donde el azar se convierte en
un elemento interesante que te sorprende de múltiples maneras. Marcel Duchamp
le llamaba “la locura de lo inesperado”.
¿Cómo surge tu interés en trabajar con
la flor del nopal y cómo surge después el interés en el resto de las flores?
¿Crees que tú las buscaste a ellas o ellas te buscaron a ti?
Todo empieza en mi jardín. Un pequeño espacio en la parte frontal de mi casa en la que inicié una pequeña colección de cactáceas. Un día conté y tenía 100 variedades de pequeños cactus. Después tuve la oportunidad de hacerme de un terreno y mis cactus de las pequeñas macetas fueron a tierra y las dimensiones cambiaron. Allí sembré un nopal (el Opuntia Ficus Indica) donde cada primavera, ya en edad adulta, se llena de unas bellas flores amarillas. Me llamó la atención su belleza y agradecía el regalo cada primavera, pero fue cuando empecé a recolectarlas ya secas que atraparon verdaderamente mi atención. Preparé un tinte con estas flores y desde entonces he estado pintando con él. Trabajar con un elemento natural, que crece en mi jardín, me parece por demás interesante y me permite hablar de un paisaje que es el que me rodea. Estas flores son el aire que respiramos, la comida que comemos, la luz que nos rodea. La luz de la llanura sonorense, que Abigael Bohórquez, nuestro poeta, decía que era amarilla.
¿Cómo se llega a ver lo que normalmente no vemos?
Iniciar y convivir con un jardín me resultó toda una fuente de conocimientos. No sé, hay que ver con atención, con curiosidad y no perder nunca la capacidad de asombro. Los niños te enseñan mucho de eso.
¿Cómo planificas las intervenciones en
otras obras? ¿Por qué intervenir y en qué consiste hacerlo para ti?
Cuando pensé en esta exposición, quise presentar trabajos que fueran como pequeños apuntes sobre diferentes maneras de acercarse a la flor. Quería hablar y mostrar la flor, más allá de la obviedad de su belleza. Por ello, en la obra titulada “Digitalis”, coloco estas flores ya secas sobre una estampa en la que se ve una flor pintada en acuarela: una rosa en todo su esplendor. Lo considero un pequeño apunte de cómo la flor ha sido tratada a lo largo de la historia del arte, como un elemento decorativo, de ornamento. En el fragmento central del conocido Jardín de las delicias, de Hieronymus Bosch, cubro algunos elementos de la obra con pétalos secos, respetando los mismos colores utilizados en la obra, para que no pierda su carga simbólica. Los pétalos que utilizo habían estado guardados por años en mis libros de poesía y en mis novelas. Difícil abrir un libro mío sin que no caiga al suelo un pétalo seco. Me gustó la idea de lucirlas en una galería, de mostrarlas.
Háblanos del color. ¿Por qué el amarillo de la flor del nopal, un color impermanente, que va mutando en la obra? ¿No te aterra perder el control del color?
En 2017 presenté en la ciudad, en el MUSAS, la exposición “40 átomos de carbono” en la que mostraba el amarillo de esta flor aplicada en diferentes soportes. Mientras preparaba esta exposición llevé a cabo toda una investigación sobre cómo este color había sido tratado en el Arte. En la Edad Media, era un color relacionado con la mentira, la herejía, la enfermedad, un color con una carga simbólica muy negativael amarillo, en forma de pigmento amarillo ocre hecho de arcilla, fue uno de los primeros colores utilizados en el arte rupestre prehistórico. La cueva de Lascaux tiene una imagen de un caballo de color amarillo con una edad estimada en 17.300 años. Hoy en día el amarillo es el color de la visibilidad, de la luz y se ha revertido su carga negativa. Para mí el amarillo es sin duda señal de vida; la mayor parte de las plantas tienen una substancia que les da ese color, los flavonoides. Una de las obras en esta exposición tiene por título “Flavus” , amarillo en latín. Y muchos de los vegetales que ingerimos nos nutren con esa substancia.
Ahora, sin duda es el color más susceptible de cambio: la luz puede eliminarlo y el tiempo puede oscurecerlo. Eso me parece fascinante, quiere decir que el material con el que trabajo está vivo, tiene vida propia. Sin embargo, puedes tener cierto control sobre estas variables. Puedes incluso combinar las diferentes etapas de tonos que este material te va proporcionando. O sea, el amarillo, puede ser muchos amarillos, muchos marrones e incluso negro. Entonces no sólo eres tú la que prepara los colores; es el tiempo el que los prepara junto contigo y eso es fascinante.
¿Qué tanto controla un artista su obra y
qué tanto es la materia la que va encontrando su propio camino?
Tu controlas algunos momentos, el más importante es en el que tienes una idea, el otro cuando decides realizarla, trabajarla, después tienes que estar atento al proceso, a los eventos que te van rodeando y van determinando ciertas situaciones. El proceso a veces te lleva de la mano y es allí cuando la magia sucede.
FRUTOS DE LA LUZ
Como especie estamos predestinados a entender la realidad a partir de limitaciones biológicas, en este sentido quedamos desvinculados de visualizar la totalidad de los procesos operativos de la naturaleza. Al amparo de esta invisibilidad todo se desarrolla mediante métodos tan minuciosos que resulta abrumador reconocer en estos la existencia de fuerzas tan primigenias como misteriosas.
Ante dicho contexto Paula no pretende reproducir la imagen de la flora, sino trabajar con la química de los mecanismos vivos. Recolecta de sus caminatas por el desierto la sustancia en los frutos contenida; decanta de ellos su color y libera la luz atrapada en los pétalos.
Esteban Moreno
Lic. en Artes Visuales por la UNISON
Foto en Diciembre de 2023 en la galería del Mentidero.
Vista general de la exposición.
Foto de Rodolfo Nevarez.
Autoretraro
Tinte de la flor del nopal s/papel
50x70cm
jueves, 27 de julio de 2023
MOLINO QUE MUELE MOLINO DEL TIEMPO
FOTOSEPTIEMBRE 2009
En el año 2009, participé en el Festival de Foto Septiembre que se realiza en Sonora con una exposición llamada MOLINO QUE MUELE MOLINO DEL TIEMPO . La exposición era reflejo de una estadía de un mes en Banamichi, un pueblo localizado en las orillas del Rio Sonora. En mis caminatas por el pueblo descubrí un edificio abandonado con características de una fábrica antigua y al acercarme me percaté que era el antiguo molino del pueblo . A lo largo del mes, todos los días acudía al viejo molino. De las fotografías tomadas construí 10 ruedas, mismas que hablan de la esencia de los mecanismos que permitían que la fábrica operara. Mi padre era técnico harinero y yo llegué a Sonora, proveniente de Lisboa Portugal, porque él vino a trabajar en un molino en la ciudad de Hermosillo, el Molino La Fama. Esta exposición se la dedique a él.
viernes, 28 de octubre de 2022
jueves, 27 de octubre de 2022
Fluorescencia / Revelaciones desde la oscuridad,
Colectiva de 20 artistas
Galería 14
Hermosillo Sonora
En la Galería 14, permanecerá hasta el 17 de abril, la exposición Fluorescencia / Revelaciones desde la oscuridad, una colectiva de 20 artistas originarios de diferentes ciudades de México, Argentina, Ecuador y Portugal.
La muestra recorre las propuestas interpretativas de un heterogéneo grupo de creadores donde cada uno indaga la naturaleza, el entorno y la realidad; focos de atención distintos que a través del ejercicio curatorial de David Vera y la museografía a cargo de Ernesto Urías logran una muestra con unidad y solidez.
Ana Rojas a través del grabado, muestra un juego escénico bucólico. Alfredo Karam nos asoma a un ventanal de acuarelas de suaves manchas dirigidas a íntimos fragmentos de un paisaje. Brenda Castro con líneas orgánicas compone caprichosas rutas vegetales. Delma Garza con dos horizontes -grabado y pintura- propone un contraste de suaves estampas a manchas precisas de colores vibrantes. También Esteban Moreno construye evidentes trozos de materia viva, alquimia pura de cenizas y algodón.
Con la pieza Remembranza, Francisco Méndez conjuga la palabra y la sustancia como el origen de la existencia. Gabriela Bernal con dibujos de acuarela recorre amorosamente la botánica. Gerardo Mosivais presenta una serie de dibujos confrontados entre pares, reflejos psicológicos inquietantes. Guillermo Santamarina participa con un conjunto de tres piezas, de superficies vibrantes y melodiosas, quizá un poco de jazz, de noche y de humo. Por su parte, Iza Mendoza por medio del grabado, en su serie de imágenes recrea un espejismo íntimo y bestial.
Juliana Alvarado muestra 16 fotografías digitales, imágenes nocturnas frente al inmenso mar, detrás de la observadora tal vez una noche musical. Juan Pablo Alcibar desde un acto lúdico y espontáneo recrea composiciones abstractas, armonías cromáticas con gouache, tinta china, lápiz de color y tinta de betabel. María Antonieta de la Rosa con un díptico en la técnica de linografía, nos regala una isla habitada por abundante vegetación a merced de una intensa obscuridad. Marisela Moreno Cano exhibe un paisaje compuesto digitalmente por el desierto y glaciares, contrastes térmicos que invitan a la reflexión sobre la actualidad del medio ambiente. Asimismo, Minerva Ayón en una serie armoniosa de cinco piezas sobre papel japonés colorea las superficies de manera diáfana y silenciosa.
Por otro lado, Paula Martins adopta el lenguaje de las propiedades físicas y químicas del tinte de los pétalos de las flores (nopal, rosas y laurel), experimentando con manchas orgánicas cuidadosamente dirigidas sobre el papel y todas sus posibilidades en el acto. Rodrigo Sastre se apropia y combina imágenes antiguas y textos, realizando piezas en grabado láser sobre papel y a su vez intervenidas con pintura en aerosol, remitiéndonos a una alegoría del comic actual. Santiago Merino detona un lenguaje pictórico propio a través de la utilización, experimentación y conjugación con variadas herramientas o utensilios y las diferentes sustancias pictóricas hasta obtener piezas abstractas y todas las posibles suposiciones del espectador. Victoria Nuñez nos comparte 12 dibujos al óleo sobre papel, con bocetos de magnas figuras sencillas de espíritu escultórico. Por último -y no menos importante-, Enrique Minjares participa con una serie de dibujos al carbón sobre papel -tipo bodegones- evidenciando el consumo en la vida moderna con empaques desechados de alimentos procesados.
Contemplar y conectar reflexivamente con los demás a través del arte, es un acto valiente que implica permanecer vivo y en plenitud.
La invitación sigue abierta para visitar esta exhibición de arte contemporáneo en Galería 14, ubicada en Callejón Gastón Madrid 14 entre Juárez y Matamoros, colonia Centro en Hermosillo.
Miguel Guzmán
Artista Visual y promotor cultural.
Marzo de 2022
https://www.elsoldehermosillo.com.mx/cultura/arte/y-la-luz-se-hizo-7959597.html