sábado, 28 de diciembre de 2019


 Tercera Bienal Nacional del paisaje 

 2019

Museo de Arte de Nogales 

México

 

Texto de sala


Un paisaje desaparece. De la última edición de la Bienal Nacional del Paisaje a la
fecha hemos presenciado algunos de los ecocidios más graves de la historia.
Incendios de gran escala, severas fracturas del subsuelo, altos niveles de
contaminación atmosférica y cuerpos de agua envenenados. Los ciclos
biogeoquímicos han sido impactados profundamente y, como consecuencia, las
estaciones del año han comenzado a desaparecer.
¿Cómo podríamos decir que todo está bien? Surgen preguntas respecto a cómo
llegamos aquí y qué pasará después.
Es indudable que la representación del entorno se ha transformado de maneras
inusitadas. Los cambios en las formas de ver producidos por interfaces digitales y
el impulso por la creación de nuevos relatos colectivos conducen a un cambio de
perspectiva.
En este clima de acontecimientos nos preguntamos cómo una bienal nacional
puede adquirir significado y propósito para el lugar en el que vivimos ahora.

.

Desde sus inicios, la Bienal ha dado lectura a un amplio espectro de la producción
artística en el país. Si bien, en algunas de las piezas persistían preocupaciones
formales, la selección apuntaba a develar las intenciones políticas de una obra
que necesita de un lugar para interpretarse.
En esta edición especial la Bienal Nacional del Paisaje cambió de formato.
El resultado de haber lanzado una convocatoria abierta en ocasiones anteriores
generó una gran cantidad de propuestas que hasta ahora permanecían
archivadas.
En un giro mediado por la ecología y la crítica institucional, pausamos la solicitud
de aplicaciones para concentrarnos en investigar el trabajo de los artistas que
anteriormente buscaron un lugar en el proyecto. Nuestra labor consistió en
rastrear, conocer y actualizar los intereses que los creadores enunciaron en sus
aplicaciones para tejer un discurso sostenido por preocupaciones compartidas.
Renunciar a la clasificación por disciplinas implicó hacerle espacio a prácticas y
puntos de vista en vez de reunir obras sometidas a concurso.
A partir de la revisión de todas las propuestas que no fueron seleccionadas en las
ediciones anteriores, se construyó una exhibición que aborda la idea de un
paisaje extraño. Las obras advierten las afectaciones que sufre el entorno y
apuntan a la necesidad de buscar nuevos criterios para narrarlo.

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Recorrer una tierra extraña puede producirle miedo a cualquiera. Frente a una
amenaza imprevista, el viajero pregunta asustado ¿quién anda ahí?
Una pregunta como esa no es suficiente para esta exposición porque la voz que
responde no siempre es humana. Frecuentemente pertenece a animales,
fantasmas, monstruos y extraterrestres: a presencias que usan lenguajes que no
alcanzamos a comprender.
Los artistas no están asustados, trabajan con la voz que les contesta y con ello
revelan la presencia que reside en esos lugares.

Las obras de esta exhibición suspenden la idea antropocéntrica del paisaje y, más
allá de coleccionar una serie de paisajes embrujados, invitan a responder otra
pregunta: ¿cómo se entiende un lugar a partir de las presencias que lo acechan?

Alan Sierra

jueves, 26 de diciembre de 2019

PARTICIPACIÓN EN LA BIENAL NACIONAL DEL PAISAJE







Objetos varios entintados, algodón silvestre, huesos de res, coral, hilo de algodón.



de la TERCERA BIENAL NACIONAL DEL PAISAJE  2019



¨Luz Condensada¨








Tercera Bienal Nacional del Paisaje .


El Gobierno del Estado de Sonora a través del Instituto Sonorense de Cultura y con el invaluable apoyo de la Secretaria de Cultura presenta la tercera Bienal Nacional del paisaje. En esta edición especial, en lugar de lanzar una convocatoria para recibir propuestas nuevas, la selección se construyó a partir de la revisión del trabajo de los artistas que participaron en sus dos ediciones anteriores. De un total de 1262 aplicaciones se seleccionaron 32 artistas cuyo trabajo no recibió reconocimiento en las ediciones previas. Esta muestra es el resultado de una investigación curatorial, que explora y vincula diferentes puntos de vista en torno al concepto y representación del paisaje desde una perspectiva de extrañamiento del individuo frente a su entorno natural, las obras que la conforman evocan lugares visitados, desde donde se nos invita a reflexionar acerca de la compleja relación que sostenemos con nuestro medio ambiente.
Esta exposición reúne obras de diferentes disciplinas: pintura, escultura, gráfica, fotografía, video, instalación, proyectos de intervención y performance, provenientes  de diversos lugares de la República Mexicana.
Gabriel Boils Terán


Balam Bartolomé, Juan Antonio Castillón, Arturo Cerda, Miguel Ángel Cisneros, Eduark Collazo, Óskar Conde, Yutsil Cruz, Paola Dávila, Gabriel Escalante, Jesús Félix Chapman, Elizabeth de Jesús, Alexandra Germán, Héctor Guerrero, Daniel Godinez Nivón, Nora I. Gómez, Blanca González, Lilian González, Karina Juárez, Elsa-LouiseManceaux, Paula Martins, Ulises Matamoros, Ricardo Monjaraz, Antonio Monroy, Valeria Montoya, Javier Ocampo, Miguel Pérez Ramos, Marcela Quiroga, Carla Ramos, Andrew Roberts, Allin Reyes, Miriam Salado, Amaranta Sánchez.

 Con el Curador de la muestra Alan Sierra y su asistente, Bruno Enciso con  mi mesa de objetos entintados.


Contenta  de  participar en la Tercera Nacional del Paisaje.

Guardo aquí algunas imágenes de mi participación, su respectiva cédula y los textos que se pusieron en la Sala. Esta exposición estará en exhibición hasta Febrero de 2020 y después hará itinerancia por algunas ciudades de México. 




Paula Martins (Lisboa, Portugal 1958)

Luz condensada, 2019

Materiales absorbentes teñidos con pigmento amarillo obtenido de la flor del nopal y frascos para sedimentación.
Dimensiones variables.
Cortesía de la artista.

Paula Martins ha generado un cuerpo de obra a partir de un tinte amarillo que obtiene de la flor del nopal (Opuntia Ficus Indica) . Su investigación ha recurrido a una multiplicidad de métodos para probar la concentración, aplicación y conservación de ese pigmento.
El propio cultivo de la flor, su observación continua y la experimentación constante han determinado los objetos que ha producido desde que comenzó el proyecto.
La artista establece una relación entre la luz solar y la flor que la recibe y la replica en los objetos permeables que presenta en su trabajo. Cada material en Luz Condensada
ha sido teñido exitosamente gracias a su propia capacidad de absorción.
Durante su investigación, Paula Martins  ha citado textos antiguos de química vegetal en los que se habla de “teñir” como una transmisión de energía penetrante. El titulo de esta obra recupera postulados que indican que la luz puede convertirse en materia y viceversa.